'PADRE Y SEÑOR DEL BOSQUE,
ABUELO DE BARBAS VEGETALES,
YO QUISIERA MI CANTO COMO TORRE
PARA PODER ALZARLA EN TU HOMENAJE;
NO EL CANTO PEQUEÑO DE LA FLAUTA
DULCE, DELGADO, SUAVE,
LA DE CANTAR LA ROSA Y LA MUCHACHA
SINO EL CANTO DEL MAR;
UN CANTO GRAVE,
CON OLORES DE VIDA Y CON EL PULSO
MUSICAL Y VIVIENTE DE LA SANGRE.'
(Antonio Esteban Agüero, poeta Sanluiseño)